Según el Santo Cura de Ars el orgullo es la fuente de todos los vicios y la causa de todos los males que acontecen y acontecerán hasta la consumación de los siglos. Cuán grandes son los males que este pecado ocasionó, sin él no habría Infierno, sin él Adán estaría en el Paraíso, y todos nosotros estaríamos felices, sin enfermedades ni miseria alguna, de ésas que a cada momento nos agobian, no habría muerte; no estaríamos sujetos a aquel Juicio que hace temblar a los Santos, tendríamos el Cielo asegurado. Así como el orgullo es la fuente de toda clase de vicios, la humildad es la fuente y el fundamento de toda clase de virtudes.