Es el inestimable trabajo al que ha dedicado sus mejores días de sacerdocio Francisco Javier Riofrío, Canónigo Doctoral de la Catedral de Loja (Ecuador). Para llevar empeñosamente a la cima ésta su piadosa empresa, ha revuelto bibliotecas y archivos, ha desempolvado aquí y allá documentos públicos y privados, ha discurrido anheloso por doquiera en demanda de testimonios y de documentos que proclamen las misericordias de Nuestra Reina de El Cisne, y la tierna y creciente devoción del pueblo lojano.
¡Nuestra Señora de El Cisne! Nombre sagrado que, para los hijos de la culta y piadosa Loja y para toda la Diócesis, es sabrosa miel para el paladar, música celestial para el oído y júbilo indecible para el alma. Él encierra lágrimas y suspiros del corazón, glorias y calamidades de la sociedad, angustias y triunfos de la Iglesia.