Esta obra es un monumento valioso de la doctrina y piedad cristianas. Por su gran importancia ha tenido un increíble número de ediciones y de traducciones en todo el mundo (francés, alemán, inglés, polaco, latín, italiano, griego, árabe, flamenco, croata) y con pleno derecho ocupa un puesto relevante en la literatura cristiana.
La fuente de donde se sacan las enseñanzas es el espejo de la vida de la Virgen María, pues, esta historia fue dictada y manifestada en estos últimos siglos por la misma Santísima Virgen a su esclava Sor María de Jesús (1602–1665), Abadesa del convento de la Inmaculada Concepción de la villa de Agreda (España).
La mística Ciudad de Dios, por su concepción, estructura, ideario, objetivo, estilo y rasgos fundamentales en general es una obra original y sin parecido notable con cualquier otra que le haya precedido.