Ésta es una breve historia del Padre Jozo Sovko, de su experiencia y de algunas de las palabras que ha dirigido a sus hermanos y hermanas en todo el mundo.
El Padre Jozo era Párroco en la Iglesia de Santiago Apóstol en Medjugorje, cuando comenzaron las apariciones de la Virgen María, fue sentenciado a prisión por apoyar dichas apariciones, pero al cumplir su condena fue asignado a la Parroquia de Tihaljina, allí acudían los peregrinos en multitudes a visitarlo y escucharlo.
Este pequeño libro es una reflexión sobre el compromiso de este hijo especial de la Virgen María, hombre sereno y de hablar suave, un hombre llamado Padre Jozo.