El Catecismo, en su número 521 nos dice: "Todo lo que Cristo vivió hace que podamos vivirlo en él y que él lo viva en nosotros".
Los escritos de Luisa nos llevan precisamente a este punto: a repetir en nosotros la misma vida de Jesús, y nos llevan porque nos hacen conocer lo que vivió Jesús en su interior. Nos hacen conocer cómo obraba su Voluntad Divina con su voluntad humana, verdadero Dios y verdadero Hombre, y cómo todo en él quedaba hecho, VIVIDO, en su Voluntad Divina.
En estos escritos, Jesús nos descubre su interior divino y humano para que profundicemos, para que conozcamos más lo que él vivió, para que, conociéndolo, lo queramos y lo podamos vivir nosotros.