En Pietrelcina, al sur de Italia, el 25 de mayo de 1887, nació Francisco Forgione, en la actualidad conocido como el Padre Pío, él recibió el Orden Sacerdotal el 10 de agosto de 1910. A los 40 días de su ordenación, el 20 de septiembre, aparecen los estigmas, acompañados de agudísimos dolores. Fue un confesor fuera de serie, la Misa era el centro de su vida y de infinito valor, fue muy devoto de la Virgen María. Estuvo dotado de muchos dones y carismas. El amor por sus hermanos y hermanas era sin fronteras, pues veía en cada enfermo la Imagen de Cristo y esto lo llevó a realizar el proyecto de la "Casa Sollievo della sofferenza", que quiere decir: Casa alivio del sufrimiento.