Doce métodos distintos para todos los primeros jueves del año; tres especiales para las festividades del Corazón de Jesús, Corazón de María y Jueves Santo y siete nuevos Ejercicios.
Ésta es una práctica eminentemente divina, Jesús se la manifestó a su sierva Margarita María, en 1974, en Paray–le–Monial, diciéndole que todas las noches del jueves al viernes le haría participar de la mortal tristeza que padeció en el Huerto de los Olivos; tristeza que le reduciría a una especie de agonía más difícil de soportar que la muerte.