“Estas visiones son quizá las más maravillosas, las más ricas, las más extensas, las más profundas y sobrecogedoras que el espíritu humano haya contemplado en este género”. Así se expresaba Goeres hablando de Ana Catalina, la visionaria más grande de todos los tiempos. Aun hoy en día parece que dichas visiones no han sido sobrepasadas ni aproximadas.