Tomado como instrumento de Dios, con todos los altibajos que ese caminar conlleva, "Francisco" no se imaginaba que después de una tarde de febrero de 1992, su vida no volvería a ser la misma. Son algunos años en que las visitas amorosas de Jesús lo han ido llenando de sabiduría y especiales dones, que transmitidos en sus palabras, prontamente se transforman en luz que atrae hacia Dios los corazones humanos. Estos escritos son los primeros de otros tantos que el Salvador se servirá para atraer a muchos corazones a la reflexión y a la verdadera vida.