Es el libro de los Ejercicios espirituales, uno de los libros que menos proporción guarda entre su valor material y la importancia que se le ha dado. Pequeño en su tamaño, es fruto de un Santo y posesión de la ínclita Compañía de Jesús. Cada meditación va precedida por una introducción, como también el fin y el fruto que de ella debe sacarse. San Ignacio puso en el libro los principales caracteres de su vida y de su santidad; y el Instituto que fundó ha sabido aprovechar los resortes encerrados en los Ejercicios hasta hacer de este libro uno de los más comentados, después del Evangelio.