Orar es un gran don y a la vez exigente. No consiste en aprender algunas nociones: la oración es vida. Sin embargo en un mes se pueden echar las bases para una seria puesta en marcha de la oración. El autor divide el libro en cuatro partes, correspondientes a las cuatro semanas del mes, en las cuales el cristiano podrá aprender a orar bien, a conocer la importancia de la oración, a escuchar a Dios y a orar con el corazón.