¿Le tiene miedo al Apocalipsis? Este libro le va a enseñar a amarlo, a leerle apasionadamente.
Dios lo ha escrito para usted y encontrará en él, la consolación en medio de sus tribulaciones y la esperanza segura para trabajar y esforzarse con entusiasmo.
Para explicar y comprender el Apocalipsis hay que tener un buen conocimiento de la Biblia, sobre todo del Antiguo Testamento.
Son miles de preguntas que con ansiedad y miedo se hacen las personas sobre el sentido del Apocalipsis, su lenguaje misterioso, sus secretos, sus símbolos, sus números, etc.
Si usted lee atentamente el Apocalipsis, verá que más allá de algo terrorífico, hay un emocionante mensaje de esperanza, de optimismo, de seguridad y de confianza absoluta en el poder de Dios.
Es un libro de consolación para el que lucha en un mundo difícil, con poderes que avasallan y dominan al más pobre e indefenso.
Vamos a estudiarlo, a vivirlo, como el Gran Libro de la Consolación del Nuevo Testamento con el que concluye la Gran Revelación de Dios al Hombre, que es toda la Biblia.
El Apocalipsis no está lleno de gritos de terror, sino de cantos de Gloria, de alabanza como ruido de aguas caudalosas o de una multitud de citaristas que tocan las cítaras (14, 2).
El Apocalipsis es el último Libro de la Revelación, para indicarnos que el último acto salvífico de Dios es nuestra consolación, enjugar toda lágrima de nuestros ojos (21, 4).
Que el Señor, en medio de sus tribulaciones y de sus luchas, sea ahora y siempre, su gozo cumplido y su consolación plena.
Número de páginas: 524
Dimensiones: 14 x 21 cm.
Peso: 19,94 oz (565,3 gr.)
"Trabajamos para la gloria de Dios y la salvación de las almas"
Nuestra Fundación distribuye literatura cristiana de varias Editoriales Católicas de Hispanoamérica, pero de una manera particular, difunde su propio fondo editorial, en el que constan las grandes obras de Espiritualidad Cristiana.
"San Miguel Arcángel,
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo
contra la perversidad y asechanzas
del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú Príncipe de la Milicia Celestial,
arroja al infierno con el divino poder
a Satanás y a los otros espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para la perdición de las almas.
Amén."