El permiso que tiene el demonio para atormentar (herir, obsesionar, así como poseer) a una persona desde su infancia, increíblemente le viene, en la mayoría de los casos, de los pecados y de las faltas de sus padres. Aquí se explica la manera de cortar con esos lazos y se ofrece además poderosas oraciones para pedir a Dios que cure su linaje y anule la transmisión de influencias nefastas en su familia.