Como el título mismo lo dice, no es un tratado completo, sino un compendio que puede servir de guía para estudios más hondos y minuciosos. Esta obra no ha podido menos de tratar con cierta extensión, no sin hacer algunas consideraciones a propósito para fomentar la piedad, los puntos esenciales que son el fundamento de la vida interior, como la morada del Espíritu Santo en el alma, nuestra incorporación a Cristo, la parte de la Virgen María en la obra de nuestra santificación, la esencia de la perfección, y la necesidad de tender a ella. Hace especial hincapié en aquellas cosas a propósito para mover a las almas a la confianza, al amor y al ejercicio de las virtudes.
El Compendio ha sido escrito para los seminaristas y los Sacerdotes; pero ha de aprovechar también a las comunidades, y aun a los legos que en nuestros tiempos cuidan de su vida interior, para ejercer mejor el apostolado.