En estos volúmenes se tratan comunicaciones que se juzgan sobrenaturales. Es tanta la luz y tanto el amor en estos mensajes, que no pueden atribuirse al hombre solo como tal (en el caso presente se trata de un seglar, padre de familia); que no haya recibido una fuerte y evidente intervención divina, además porque se manejan los temas más diversos, religiosos y morales, naturales y sobrenaturales, místicos y teológicos. Han sido recibidos en un número de más de 770, en el período de 26 años (verano de 1945 – primavera de 1971), los cuales se están publicando en volúmenes de aproximadamente 120 páginas cada uno. El alma privilegiada que recibe estos mensajes es un seglar, un alma anónima radicada en Italia.