Muchas veces en nuestra vida caminamos, y simplemente caminamos, sin saber a dónde vamos, qué queremos, qué es lo verdaderamente importante. A veces tardamos mucho tiempo en reconocer nuestras prioridades en la vida, cada cosa en ella está hecha a la perfección para ser utilizada de la mejor manera, pero caminamos con una especie de venda en nuestros ojos, no distinguimos la verdadera gama de colores que tiene el arco iris.