La vida espiritual del cristiano tiene su fundamento en la filiación divina. "Si no se hacen semejantes a los niños, no entrarán en el Reino de los Cielos" (Mateo 18, 3). Precisamente partiendo de esa infancia espiritual se llega a comprender que llevar la cruz de cada día con amor es encontrar la paz, la felicidad, la alegría. Tal es el objetivo trazado por Sor Emmanuel en el presente libro, a través de un amplio anecdotario de experiencias vividas, con la simplicidad y sentido del humor que la distinguen. En estos relatos se experimenta la presencia maternal de la Gospa, término croata que designa a Nuestra Señora, que nos invita a ser santos en medio del mundo en calidad de hijos pequeños. Sor Emmanuel demuestra en este libro que quien busca a María, encuentra a Jesús, y quien encuentra a Jesús, contempla todo con una Luz nueva y se abraza para siempre a los Corazones: Eucarístico de Jesús e Inmaculado de María. (Con ilustraciones a color).