“Algunas personas oyen música en sus oídos y escriben sinfonías;
otras ven números en su mente y resuelven
prodigiosas ecuaciones matemáticas.
Yo he sido llamada a ver lo sobrenatural.”
El Cielo existe pero el Infierno también es la historia del fascinante itinerario de Vassula. Empezó un día de noviembre de 1985 y desde entonces se vio impulsada a la misión recomendada por Dios de revelar la verdad al mundo. Sus conversaciones con Dios aportan un claro mensaje a la humanidad entera para que vuelva a la senda de la virtud. Es un oportuno y exigente mensaje para nuestro mundo contenido en uno de uno de los libros que más le harán pensar de los que jamás haya leído.
Este libro es la historia de los asombroso encuentros de Vassula y de lo que significan para todos nosotros. Nos hace vislumbrar el amor y la justicia de Dios y lo que está por llegar. Es un libro con un fuerte mensaje de esperanza. Es un libro que despertará no solo a los que se han descarriado, sino también a aquellos que están buscando su camino.
Vassula Rydén nació de una familia griega y fue educada en Egipto y Suiza. Más tarde se casó con un sueco y, debido a la carrera de su esposo en el campo del desarrollo internacional, vivió durante más de treinta años una vida internacional que la llevó a países de África y Asia. Transcurrían sus días en reuniones sociales, pintando y jugando al tenis. Era una vida de placer, sin ningún estrés.
Todo esto iba a cambiar radicalmente en noviembre de 1985, cuando, sin previo aviso, su vida sufrió un vuelco con la aparición de su ángel guardián, Daniel, portador de una llamada a consagrar su vida al servicio de Dios.
Número de páginas: 272
Dimensiones: 15 x 22,5 cm.
Peso: 13,08 oz (371 gr.)
"Trabajamos para la gloria de Dios y la salvación de las almas"
Nuestra Fundación distribuye literatura cristiana de varias Editoriales Católicas de Hispanoamérica, pero de una manera particular, difunde su propio fondo editorial, en el que constan las grandes obras de Espiritualidad Cristiana.
"San Miguel Arcángel,
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo
contra la perversidad y asechanzas
del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú Príncipe de la Milicia Celestial,
arroja al infierno con el divino poder
a Satanás y a los otros espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para la perdición de las almas.
Amén."