El Padre Heredia se ha propuesto darnos a conocer la razón íntima, la génesis oculta, el largo proceso de una grandiosa manifestación de fe, que en los planes de la divina Providencia había de tener proyecciones inmensas en relación con los destinos del Ecuador y con la dilatación y triunfo universal del Reino de Dios. Y esto, gracias a su especial preparación religiosa, literaria y teológica, ha podido seguir con seguridad, desde la época colonial hasta nuestros días, el desarrollo de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús en nuestra Patria.
Abrigamos la esperanza de que este libro será leído y releído en todo el mundo, con gran edificación y gozo espiritual de las almas amantes del divino Corazón; pero, con toda sinceridad creemos que lo mejor de todo, si se mira al fin, al ideal divino de la Consagración de la República ecuatoriana, está en los cinco capítulos de la Primera Parte sobre los «Albores del Culto al Sagrado Corazón de Jesús» y en la interpretación espiritual del acto de Consagración Nacional, que el autor, fundándose en sólidas razones, nos da en la Segunda Parte; y no será impropio decir que ahí está precisamente la filosofía de nuestra Consagración Nacional, con su tesis perfectamente probada, que «la República del Ecuador, desde el siglo XVI, se venía preparando, gracias a una elección providencial, para ser toda del Corazón de Jesús, según las intenciones que el mismo Señor se ha dignado manifestarnos».
Número de páginas: 544
Dimensiones: 14 x 21 cm.
Peso: 17,99 oz (509,9 gr.)
"Trabajamos para la gloria de Dios y la salvación de las almas"
Nuestra Fundación distribuye literatura cristiana de varias Editoriales Católicas de Hispanoamérica, pero de una manera particular, difunde su propio fondo editorial, en el que constan las grandes obras de Espiritualidad Cristiana.
"San Miguel Arcángel,
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo
contra la perversidad y asechanzas
del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú Príncipe de la Milicia Celestial,
arroja al infierno con el divino poder
a Satanás y a los otros espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para la perdición de las almas.
Amén."