En la enfermedad tus merecimientos y crecimiento en la santidad están no en hacer sino en padecer y obedecer, humillándote a ti mismo y haciéndote obediente en esa cruz en que estás. Y como la perfección está en la obediencia, aquí tienes muchas ocasiones de hacerlo, aun más que en la salud, por ser situaciones más dificultosas; porque entonces te obliga el precepto de la paciencia y le cumples en muchas cosas muy penosas, por ejemplo en sufrir los dolores del cuerpo, las amarguras y molestias de las medicinas, el encierro y el cansancio de la cama, etc.
Con discreción has de conservar la salud y huir de la enfermedad. Mas si Dios entregare tu cuerpo en poder de los dolores y aflicción, acepta con acción de gracias este martirio, y las molestias que acompañan a los achaques sufriéndolas todas con paciencia, teniendo en suma dicha imitar al Rey de los Mártires en este martirio del dolor, ya que no eres digno de imitarle en el de la Sangre. La paciencia nos pone en la cumbre de la vida cristiana, es la señal cierta del amor que tenemos a Dios Nuestro Señor.
Número de páginas: 170
Dimensiones: 9 x 13,5 cm.
Peso: 2,89 oz (82,1 gr.)
"Trabajamos para la gloria de Dios y la salvación de las almas"
Nuestra Fundación distribuye literatura cristiana de varias Editoriales Católicas de Hispanoamérica, pero de una manera particular, difunde su propio fondo editorial, en el que constan las grandes obras de Espiritualidad Cristiana.
"San Miguel Arcángel,
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo
contra la perversidad y asechanzas
del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú Príncipe de la Milicia Celestial,
arroja al infierno con el divino poder
a Satanás y a los otros espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para la perdición de las almas.
Amén."