El autor ofrece las presentes reflexiones en este tiempo de oscuridad, de confusión y extravío de la Fe para la formación básica de la misma y como guía de vida.
Frecuentemente los razonamientos y los discursos humanos, aparentemente bien pensados y que muestran finalidades buenas pero secundarias, a menudo esconden una intención que se separa de Dios. Así son las sugerencias y las tentaciones del padre de la mentira.
Enseñar la Fe es comunicar la Verdad, la única Verdad sobrenatural y absoluta, que es el mismo Jesucristo, el cual ha dicho: “YO SOY LA VERDAD”.
En la medida que conocemos una cosa la amamos, y amándola la apreciamos, la deseamos, la poseemos de hecho, la pedimos y la recibimos. Conocer las verdades del Señor es un don de Dios, darla a conocer es iniciativa suya, pero es necesario –una vez que llega una primera noticia– abrir el corazón al Señor y buscarlo.
Nuestra eternidad ya está aquí y ahora. Cada acto es imborrable, imperecedero: cada instante de nuestra vida, como cada suceso, grande o pequeño. ¡Cada acto nuestro, en su instante, tiene valor de Eternidad!.
Número de páginas: 286
Dimensiones: 12,5 x 19 cm.
Peso: 1,92 oz (54,4 gr.)
"Trabajamos para la gloria de Dios y la salvación de las almas"
Nuestra Fundación distribuye literatura cristiana de varias Editoriales Católicas de Hispanoamérica, pero de una manera particular, difunde su propio fondo editorial, en el que constan las grandes obras de Espiritualidad Cristiana.
"San Miguel Arcángel,
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo
contra la perversidad y asechanzas
del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú Príncipe de la Milicia Celestial,
arroja al infierno con el divino poder
a Satanás y a los otros espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para la perdición de las almas.
Amén."