Últimamente han aparecido unos teólogos llamados marginales, que han arrastrado en pos de sí a otros teólogos que deberían ser centrales y, entre unos y otros, se han dedicado a quitar la piel al Cordero de Dios… lo ven tan humano, limitado... Da la impresión de que nos presentan a un Jesús a quien solo importase satisfacer las necesidades materiales de sus contemporáneos. El autor sigue un camino totalmente diferente con sus reflexiones sobre la vida de Jesús, ellas nos ayudarán a conocer mejor al Dios y Hombre verdadero.