Este Diario Espiritual, dictado por Jesús a su instrumento Agustín del Divino Corazón, contiene escritos en los cuales el Señor quiere despertar de nuevo la devoción a su Sagrado Corazón, fuente insondable de Misericordia que jamás se agotará. Agustín nos cuenta cómo Jesús le dio a conocer su Diario: Jesús llega a mí, sostiene en su mano un libro un poco voluminoso, es de color vino tinto y en letras doradas aparecen escritas las palabras: “Diario Espiritual”. Se sonríe y hace el ademán de entregármelo y me dice: Toma en tus manos mi Diario Espiritual. Te pido que lo des a conocer a las criaturas humildes, sencillas; ellas sabrán encontrarse Conmigo por medio de mis palabras. Toma en tus manos mi Diario Espiritual, porque quiero hacerle entender al mundo la necesidad de reparar por mi Iglesia ensombrecida por los pecados de algunos que se dicen ser míos. Toma en tus manos mi Diario Espiritual; así como le hablé a la humanidad entera, por medio del Diario de mi hija Faustina Kowalska, apóstol de mi Misericordia, hoy quiero hablarle al mundo por medio del Diario de Agustín de mi Divino Corazón, apóstol de la reparación. Toma en tus manos mi Diario Espiritual, porque quiero atraer almas reparadoras al Sagrario, porque tengo ardiente sed de almas que vengan a mi Tabernáculo a hacerme compañía. Recoge todas las palabras que te hablo al corazón; no dejes perder ni una sola, porque mis palabras son: medicina para el enfermo, sorbos de paz para los turbados de espíritu, luz en el camino para los ciegos espirituales, dirección espiritual que te ayudará a ti y a todos los que acojan, con sencillez de corazón, este ramillete de Amor bajado del Cielo. Quiero reflejar en este Diario Espiritual lo que soy, quiero imprimir mis palabras con letras de oro; quiero firmar, con la tinta de mi Sangre Preciosa, este libro, una vez que esté concluido y terminado.
Número de páginas: 374
Dimensiones: 14 x 21 cm.
Peso: 12,32 oz. (349,3 gr.)
"Trabajamos para la gloria de Dios y la salvación de las almas"
Nuestra Fundación distribuye literatura cristiana de varias Editoriales Católicas de Hispanoamérica, pero de una manera particular, difunde su propio fondo editorial, en el que constan las grandes obras de Espiritualidad Cristiana.
"San Miguel Arcángel,
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo
contra la perversidad y asechanzas
del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú Príncipe de la Milicia Celestial,
arroja al infierno con el divino poder
a Satanás y a los otros espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para la perdición de las almas.
Amén."