Se condensan en estas páginas estudios publicados en su mayoría, en diversas circunstancias, particularmente el de la Providencia, el sufrimiento y el del sentido de la vida y confianza. Su actualidad perdura, porque el mundo sigue clavado en la misma dramática cruz.
Nadie puede llamarse cristiano si su vida no se ha inclinado amorosamente sobre el problema de la desdicha y del sufrimiento. Solo el cristiano es capaz de resolver estos problemas, y por ello es el único capaz también de comprender la vida.
Cualquiera que sea la forma que adopte el sufrimiento, será siempre la prueba que calibre el temple de nuestra fe.
La comprensión del sufrimiento y de la muerte depende mucho más del valor y calidad moral de nuestra vida, que del potencial intelectual de nuestro espíritu.
Aunque es un libro de pequeñas dimensiones, creemos sin embargo que hemos abordado todo lo esencial.
Todas las verdades esenciales se refieren a Dios. El sufrimiento y la muerte se impregnan de sentido, porque son vías que conducen a Dios.
Colección Grandes Tesoros de la Espiritualidad #59