Santa Zita es la patrona y protectora de las personas dedicadas al servicio doméstico. Ella fue sirvienta desde sus 12 años hasta los 60 años de edad; se dedicó a servir y a trabajar a tal punto que fue santificada.
De la vida de Santa Zita se podrá aprender cómo es posible combinar la vida más activa y ocupada con una vida de intensa oración, de amor a Dios y devoción por el bien del prójimo.