Estas páginas quieren ser un estímulo para las almas consagradas pero también será de mucho provecho para todos aquellos que están en la búsqueda de alcanzar la santidad. No importa que tú seas un alma corriente sin nada de extraordinario, Jesús quiere llevarte por el pequeñísimo camino del amor.

En el Antiguo Testamento se habla con frecuencia de los holocaustos que eran sacrificios de animales, en los que la víctima era quemada totalmente. Etimológicamente “holocausto” significa “todo quemado”. El holocausto era “una ofrenda abrasada de suave olor para Dios” (Lev 1, 9.14.17). El fuego simbolizaba el Amor de Dios y su Santidad. Y así como en los holocaustos era “todo quemado”, así desea que en nosotros sea quemado todo pecado e imperfección. Recordemos que “Dios es fuego abrasador y es un Dios celoso” (Dt 4, 24). Exige santidad y es intransigente con el pecado y anhela que el fuego de su Amor brille en nosotros en plenitud para ser todo de Dios. Él quiere que nuestra vida sea un holocausto de amor, una ofrenda de amor total. Esto significa que debemos aspirar constantemente a la santidad.

Como ha dicho alguien: “A Dios no puede uno darse, si no es todo entero. Dios no puede pedir menos que todo. Esto supone darse sin miedo, confiar en Él, fiarse de Él”.

Número de páginas: 192.

Dimensiones: 10,5 x 17 cm.

Peso: 4,59 oz.  (130 gr.)