Abogada de los casos imposibles. Su vida es como una aventura fascinante. Es entrar en un mundo superior en el que se mezcla lo humano y lo divino, lo terreno y lo celestial. Por supuesto que Rita no nació Santa. Pero ya desde toda la eternidad Dios la había escogido para serlo y ella, en los diferentes estados de su vida como hija, esposa, madre, viuda y Religiosa, supo cumplir la Voluntad de Dios y así llegar a alcanzar un grado eminente de santidad. Rita es una de las Santas más populares del mundo. Dios se ha glorificado, haciendo grandes milagros por su intercesión. Ella supo perdonar sin condiciones y aceptó participar en la Cruz de Cristo con una espina de su corona. Ella nos enseña a perdonar y a amar sin condiciones. Que ella nos enseñe a amar más a Jesús Eucaristía y a María nuestra Madre y también a sobrellevar con amor y fortaleza los sufrimientos y adversidades de cada día.