Un discípulo es simple y llanamente un amigo de Jesús. Un discípulo es la persona que ha aceptado a Jesús como su Señor y Salvador y que ha tomado la firme decisión de cumplir sus enseñanzas y difundir su mensaje. Esta decisión marcará su vida para siempre y por toda la eternidad.
La misión principal del discípulo es rescatar por todos los medios posibles a todos los seres humanos; y esto lo obtiene sobre todo con su conducta, por la verdad que brilla en sus palabras, por la luz de su ejemplo, por el resplandor de su vida.
Si cada ser humano cumpliera los mandatos del Señor, definitivamente el mundo sería distinto.
Tú eres portador de la Gloria de Dios, y debes transmitir esa Gloria a todos los demás, a tus familiares, a tus vecinos, a tus amigos, a tu pueblo, a tu país.