Cuando me encuentro atravesando situaciones difíciles, me hace mucho bien recrear en mi mente las promesas bíblicas que más compaginan con mi situación.
Y me imagino al Señor, hablándome directa y personalmente. Y en esas partes donde la Sagrada Escritura cita al pueblo de Dios, o a una persona en particular, yo suelo colocar mi nombre…
Este trabajo recoge algunos de esos mensajes, que los he atesorado a lo largo de mis años como predicador católico, y lo publico porque considero que puede ser un medio a través del cual, usted también, amable lector, experimente esa cercanía íntima con nuestro amadísimo Padre Dios.