Diego Passadore nos presenta en este libro la figura de Adán desde una perspectiva tal vez muy distinta a la que estamos acostumbrados, pero no menos interesante y cautivadora. Si bien, cabe destacar que aborda el tema desde las Sagradas Escrituras con un fuerte caudal de citas bíblicas al igual que la Patrística y otros autores eclesiásticos, nos sumerge en el mundo riquísimo de la teología espiritual sobre todo desde las visiones de la Beata Ana Catalina Emmerick.
Por otra parte, debemos considerar que el autor no escribe con el fin de dejarnos un manual de teología bíblica–dogmática, más bien busca compartir con sus lectores una reflexión personal fruto de sus años de estudio y oración.
Desde este punto de vista acercarnos a su libro es una invitación humilde y generosa a mantenernos inquietos en la búsqueda del Adán bíblico y del Adán espiritual.