El Padre Hurtado fue canonizado por el Papa Benedicto XVI. Este Santo nació en Chile y dedicó su vida a numerosas obras, especialmente para ayudar a sus hermanos más pobres. De niño quería ser sacerdote pero la difícil situación económica de su madre le hacía imposible cumplir su sueño de entrar a la Compañía de Jesús. Por eso, una vez finalizado el colegio entró a estudiar Leyes en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Su vocación sacerdotal seguía presente, aunque los años pasaban, él no perdía la esperanza. Finalmente, luego de varios años de estudios, fue ordenado sacerdote en 1933. En cada lugar el Padre Alberto Hurtado veía la cara de Cristo en los pobres. Había tantos que necesitaban techo, abrigo y comida. Para ellos fundó el Hogar de Cristo en 1944. El 18 de agosto de 1952 el Padre Alberto dejó este mundo, partiendo al encuentro con Cristo. Su esfuerzo, su lucha, su alegría y su intenso amor por Jesús dieron muchos frutos.