La vida de los Santos se ha podido llamar el quinto Evangelio, porque ellos ilustran con su vida las enseñanzas de Jesús.
San Blas, quien es uno de los catorce Santos de los casos imposibles, brinda protección contra los animales salvajes, es invocado para la protección del ganado, contra la tos, el sarampión, el bocio y, en especial, contra todas las afecciones de la garganta.
San Ramón Nonato, el no nacido, además de ser Patrono de las Obras Eucarísticas, es el Patrono de las mujeres parturientas, en recuerdo de su especial nacimiento.
San Cristóbal es el Patrono de los viajeros, y en este tiempo moderno los choferes escogieron también como su protector a este Santo poco común.