El Redentor quiere hacer oír su Palabra sobre todo a nosotros los que sufrimos, y quiere iluminarnos para que comprendamos que el dolor nos purifica y nos prepara una inmensa Eternidad de felicidad. Almas queridas, no rechacemos la Palabra de Dios. Sobre todo cuando la prueba nos alcanza, pensemos en que el Señor nos moldea con mayor fuerza. Es entonces cuando quiere llenarnos de Gracia y de fuerza, para que, mediante nuestra ofrenda generosa, nuestros corazones se desborden de manera eficaz sobre las almas. Por medio de una generosa consagración le ofreceremos día tras día y sin reserva cada mínima ocasión de fatiga, de sufrimiento y de renuncia. El pensamiento de Jesús en el hambre y en su sed de Amor debe hacernos decididos a darle sin cesar estas migajas y estas gotas refrescantes.
Esta obra tiene su origen en un ambiente de sufrimiento. Fue escrita por una religiosa que padeció duros sufrimientos a causa de una grave enfermedad. Provista de los permisos requeridos ella escribió, en gran parte en su cama, a menudo con fiebre, pero sostenida por la idea de así poder procurar tal vez algunos consuelos y luces a otras almas afligidas. Sus escritos han sido leídos con gran beneficio, primero por sus compañeros enfermos; luego fueron mecanografiados, revisados y puestos en forma. Se espera que esta obra siga haciendo mucho bien a muchas otras almas que sufren.
Número de páginas: 138
Dimensiones: 9 x 13,5 cm.
Peso: 2,37 oz. (67,5 gr.)
"Trabajamos para la gloria de Dios y la salvación de las almas"
Nuestra Fundación distribuye literatura cristiana de varias Editoriales Católicas de Hispanoamérica, pero de una manera particular, difunde su propio fondo editorial, en el que constan las grandes obras de Espiritualidad Cristiana.
"San Miguel Arcángel,
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo
contra la perversidad y asechanzas
del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú Príncipe de la Milicia Celestial,
arroja al infierno con el divino poder
a Satanás y a los otros espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para la perdición de las almas.
Amén."