Jesús nos invita a creer en Él, tal como ha invitado a sus Discípulos. Entonces tenemos que saber que vamos a hallar la cruz en las cosas creadas. Y para no rechazarla, Jesús nos reconforta, asegurándonos que a través de la cruz llegaremos a la Gloria Celestial. La cruz es lo que Dios tiene como lo más precioso para las almas. Es el tesoro que Dios Padre ofreció a Cristo, y es el medio que Cristo escogió para completar nuestra Redención. No basta con sufrir, la humanidad entera sufre en diferentes grados; hay que sufrir con Fe y amor, de lo contrario, Jesús no nos reconfortará. Tratemos de sufrir sobrenaturalmente. Lo lograremos cuando, con la ayuda de Dios, estemos bien convencidos de que el sufrimiento es querido, permitido y escogido por Él, debido a su Amor por nosotros, para ayudarnos a alcanzar nuestro fin personal y social en el Cuerpo Místico en la tierra y en el Cielo.
Esta obra tiene su origen en un ambiente de sufrimiento. Fue escrita por una religiosa que padeció duros sufrimientos a causa de una grave enfermedad. Provista de los permisos requeridos ella escribió, en gran parte en su cama, a menudo con fiebre, pero sostenida por la idea de así poder procurar tal vez algunos consuelos y luces a otras almas afligidas. Sus escritos han sido leídos con gran beneficio, primero por sus compañeros enfermos; luego fueron mecanografiados, revisados y puestos en forma. Se espera que esta obra siga haciendo mucho bien a muchas otras almas que sufren.
Número de páginas: 172
Dimensiones: 9 x 13,5 cm.
Peso: 2,86 oz. (81,3 gr.)
"Trabajamos para la gloria de Dios y la salvación de las almas"
Nuestra Fundación distribuye literatura cristiana de varias Editoriales Católicas de Hispanoamérica, pero de una manera particular, difunde su propio fondo editorial, en el que constan las grandes obras de Espiritualidad Cristiana.
"San Miguel Arcángel,
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo
contra la perversidad y asechanzas
del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú Príncipe de la Milicia Celestial,
arroja al infierno con el divino poder
a Satanás y a los otros espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para la perdición de las almas.
Amén."