Modelo de las madres cristianas, especialmente de las que suplican por la conversión de algún familiar extraviado.
La vida de Santa Mónica, la madre del gran San Agustín se puede resumir en el fiel cumplimiento de sus obligaciones como esposa, madre y viuda. Cumplió su misión, es decir, la de salvar a su hijo extraviado. Y no solamente a él, también con sus modales humildes y sencillos, pudo ver convertida a su suegra, a su esposo Patricio, a sus empleadas domésticas y a sus otros dos hijos. Esa fue su misión y la cumplió con trabajo, oraciones y sacrificios.
Mónica sufrió mucho al ver a su hijo Agustín extraviarse del buen camino. Nunca se cansó de rezar, oró día y noche durante años y, a la final, se cumplió la promesa que el Señor le había hecho en una visión de que lo vería cristiano católico.
A lo largo de los siglos hasta nuestros días, la Iglesia la ha considerado siempre como Patrona de las madres cristianas, ella ha repartido bendiciones inmensas a las familias que la han invocado con devoción.
Número de páginas: 262
Dimensiones: 10,5 x 17 cm.
Peso: 6,32 oz (179,2 gr.)
"Trabajamos para la gloria de Dios y la salvación de las almas"
Nuestra Fundación distribuye literatura cristiana de varias Editoriales Católicas de Hispanoamérica, pero de una manera particular, difunde su propio fondo editorial, en el que constan las grandes obras de Espiritualidad Cristiana.
"San Miguel Arcángel,
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo
contra la perversidad y asechanzas
del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú Príncipe de la Milicia Celestial,
arroja al infierno con el divino poder
a Satanás y a los otros espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para la perdición de las almas.
Amén."